Siguiendo el orden cronológico de los acontecimientos y actividades de la semana, la psicomotricidad es una de las primeras actividades que empezamos a hacer cuando la da comienzo la jornada escolar. Ya sabéis que a mis peques les encanta todo tipo de material que se pueda utilizar en psicomotricidad, pero los zancos son su debilidad.
Tras el precalentamiento, estiramiento de los segmentos corporales y la posterior vuelta al patio hicimos recorridos diferentes con los zancos. Ya se va notando la madurez y el trabajo que hemos estado haciendo. Ya son capaces de mantenerse mucho más tiempo encima de los zancos y hacer recorridos más largos sin caerse. Y es que el equilibrio es uno de los aspectos básicos de la psicomotricidad.
" Según Vayer, «el equilibrio es un aspecto de la educación del esquema corporal, ya que condiciona las actitudes del sujeto frente al mundo exterior” (VAYER, P.; 1985)3. La educación del equilibrio parte del diálogo tónico y el juego corporal (consciencia del cuerpo), sigue con la educación de la postura, continúa con la ejercitación de los reflejos de equilibración (sensaciones propioceptivas) y concluye con los desplazamientos en equilibrio.
El equilibrio es condición necesaria para toda acción diferenciada y cuanta más cómoda y económica sea la postura, más precisa y mejor coordinada será la acción. El desarrollo del equilibrio parte de una fase de exploración, atraviesa una segunda fase de consciencia y confianza y concluye con una fase de coordinación de las sensaciones, en donde se produce el auténtico control del equilibrio en cualquier situación, superficie o posición en reposo, o en movimiento.
Además, el equilibrio es la base de toda coordinación dinámica, ya sea del cuerpo en su conjunto o de segmentos aislados del mismo. Si el equilibrio es defectuoso, además de ocuparse de coordinar los movimientos, el cuerpo tiene que gastar energía en una lucha constante contra el desequilibrio y la caída. Esto explicaría la torpeza de algunas personas, la imprecisión, la presencia de sincinesias, e incluso la generación de estados de ansiedad y angustia. De hecho, se ha comprobado la relación existente entre las alteraciones del equilibrio y los estados de ansiedad. Ello se debe a las relaciones entre la vida afectiva y el fondo tónico, que hace que una actitud, además de una postura, sea un estado de ánimo (PICQ, L. y VAYER, P. 1977)5.
Tipos de equilibrio:
Existen diferentes tipos de equilibrio y numerosas situaciones de la actividad física en las que se requieren, y todos ellos implican un control del cuerpo en todo momento. En las diferentes clasificaciones que sobre el equilibrio se ha hecho la mayoría de los autores coinciden en dividirlo de la siguiente forma:
1)Equilibrio estático o postural, que corresponde a la capacidad de mantener una postura sin movimiento o desplazamiento (Trigueros y Rivera, 1991).
2)Equilibrio dinámico, que es el que entra en juego al existir desplazamiento, se debe ir cambiando de postura, manteniendo en cada una de ellas, una situación transitoria y de equilibrio.
3) Equilibrio post-movimiento (Fernández Inarte, 1984) que es el que se adopta después de realizar un movimiento y que permite mantener una actitud equilibrada en posición estática después de una actitud dinámica, como puede ser una carrera seguida de una parada.
4) Equilibrio de objetos, que sería cuando el niño tiene que mantener tanto de forma estática como dinámica un determinado objeto sin que este se caiga (Giraldes, 1987). Entre los factores que determinan el equilibrio cabe señalar:
5 Cfr. PICQ. L.. y VAYER. P.: Educación psicomotriz: y retraso mental, Científico-Médica, Barcelona. 1977. p. 18-19.
Evolución del equilibrio: El niño a parir de los dos años puede progresivamente mantenerse sobre un apoyo durante unos segundos, puede golpear un balón y realizar desplazamientos múltiples. A partir de los tres años consigue mantener el equilibrio en posición estático durante 3 ó 4 segundos, apoyándose con un sólo pie, y consigue marchar sobre líneas marcadas en el suelo. A los cuatro años ya es capaz de caminar sobre líneas curvas marcadas en el suelo. A partir de los 5 años, el niño va mostrando los ajustes necesarios que le permiten las acciones en equilibrio tanto estático como en dinámico. Y a los 6 años consigue mantener el equilibrio estático con los ojos cerrados".
Pues mirad, aquí os dejo algunos collages de fotos de la sesión para que juzguéis vosotros mismos.
La segunda parte de la sesión hicimos juegos de hacer grupos, mediante sumas. Se daba la consigna de 3+2; 1+1; 2+2; 1+0; (por ejemplo) y tenían que hacer la suma rápidamente para formar los grupos que salían como resultado de la suma. Esto les gustó mucho.
Mirad como llegaron a clase y qué bien se relajaron, hasta Angel cayó rendido, jejeje.
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