Y aquí tenéis a Darío delante de su bizcocho, riquísimo bizcocho. Todavía tengo recuerdos de su sabor en mi paladar. Jugoso, sabroso, tierno....jejeje... no quiero poneros los dientes largos pero, hay que felicitar a esas madres tan hacendosas.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Felicidades a todos. Un beso.
ResponderEliminarGracias Blanca. Perdona que no te haya respondido hasta hoy pero el blog ha estado un poco parado. Un abrazo y gracias por dejar tu comentario. Espero retomar el ritmo el curso que viene.
Eliminar