Queríamos que ella se llevara un recuerdo nuestro y el último día que la tuvimos con nosotros, fuimos a la biblioteca. Allí con la ayuda y complicidad de nuestra monitora de educación especial, Inma (quien pidió su colaboración para que se ausentara de nuestro lado) pudimos hacer unos dibujos y por fin encuadernárselo para hacer un original libro de recuerdos.
Cuando regresó a la biblioteca nos vió trabajando el cuento "El traje del emperador", por lo que no levantamos sospecha alguna:
Cuando llegamos todos a clase ya le estaba reservada la sorpresa; la seño Inma lo había hecho perfectamente: confeccionó el libro con todos los dibujos en tiempo récord, tras llevárselos unos quince minutos antes de llegar nosotros a aula. Y los peques le entregaron el regalo con mucha ilusión.
Y como recuerdo final nos hicimos una foto todos juntos.
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