En la biblioteca hemos realizado por primera vez una actividad muy bien acogida por los peques. Al llegar allí el pasado día se comentó que podíamos coger un cuento y que cada uno debería verlo en silencio. Dedicaríamos un tiempo lo suficientemente apropiado como para saber explicar más tarde a un compañero o compañera de qué trataba el libro escogido. Una vez terminado el tiempo, se situaron por parejas y empezó el intercambio. La escena era preciosa: todos estaban contentos y explicaban con sus palabras de qué trataba su libro, utilizando frases propias para iniciar y/o terminar el relato. Cuando observé lo bien que estaba funcionando la actividad, comencé a grabar...lástima que no pude hacerlo con todos, ni en el momento original, pues algunos sintieron algo de vergüenza al pedirles que lo repitieran para ser grabados (por eso algunos no cuentan el cuento sino que se ríen).
Cómodamente en la alfombra de la biblioteca.
En plena narración de los cuentos
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